La semana pasada nos reuníamos los vecinos de Pueyo con el fin de preparar las fiestas patronales (de las que os informábamos en la anterior entrada) y, al finalizar la junta, saltó el notición: por lo que parece el próximo año, ya sabéis para el sábado más cercano a San Isidro, nos toca organizar la Redolada. Y decimos «parece» porque, aunque ya lo sospechábamos (lo adelantábamos en una entrada anterior y, según nos han comentado, se dijo al finalizar la última Redolada de La Puebla de Fantova), no nos consta que se nos haya informado al respecto de manera oficial. Es más, según nos dice un vecino (y lo confirman también nuestros vecinos de La Puebla del Mon), se dice por ahí que la organización de la REDOLADA del 2010 nos toca conjuntamente a La Puebla del Mon y Pueyo de Marguillén. A saber.
Como decíamos en la entrada anterior, si las circunstancias fueran otras, la noticia llevaría aparejada cierta dosis de preocupación (que alguno eche la cuenta de los vecinos que sumamos La Puebla y Pueyo) y una muy buena parte de ilusión ante la posibilidad de agasajar a los habitantes de nuestro municipio dejando bien alto el pabellón de nuestros pequeños lugares. Pero, la verdad, el horno no está para bollos. Y, en efecto, ya durante la reunión se oyeron voces de indignación ante el hecho de que nos toque afrontar la organización de un evento de estas dimensiones y, especialmente, ante el hecho de tener que llevarlo adelante en el ambiente en el que vivimos, con nuestros pueblos amenazados por la futura Autopista Eléctrica Monzón-Isona y nuestro Ayuntamiento (el de Graus) con una más que «tímida» postura en contra de la línea, que a algunos no nos convence en absoluto.
Por eso, quien suscribe estas líneas, se pronunció de inmediato con toda rotundidad: SI TENEMOS QUE ORGANIZAR LA REDOLADA, QUE NOS QUITEN LAS TORRES DE ALTA TENSIÓN que nadie ha querido desmantelar después de más de una década destruyendo nuestros paisajes. Porque, ¿cómo podríamos organizar un encuentro que se supone de hermandad con nuestros vecinos del municipio de Graus cuando la sensación es la de que nuestro Ayuntamiento nos abandona a nuestra suerte, o lo que es lo mismo, a una desaparición segura bajo los 400.000 voltios con los que quieren adornar nuestros cielos?
Analicemos el asunto con detenimiento.
Según la web del Ayuntamiento de Graus, las jornadas de celebración de la REDOLADA:
Están principalmente destinadas a reforzar la identidad del municipio para todos sus habitantes y a reflexionar de forma conjunta sobre sus posibilidades de desarrollo. También se pretende conseguir a través de estas jornadas que los habitantes se conozcan mejor los unos a los otros, así como el término municipal en el que viven, convirtiéndolas en un encuentro anual en el que se evalúen los avances y logros conseguidos y las aportaciones de cada uno al desarrollo del municipio.
Ésta es la teoría (muy bonita, por cierto). Sin embargo, en la práctica, ¿qué está resultando ser LA REDOLADA?
Un servidor, que se pasó por las dos últimas (porque ya suponíamos que no tardaríamos en ser los siguientes y había que tomar nota) pudo observar que el encuentro (y vaya por delante el agradecimiento por el buen hacer y por la hospitalidad para los vecinos de Panillo y La Puebla de Fantova) se había convertido en una de esas ocasiones tan queridas por los políticos de turno, en las que éstos se dan el baño de multitudes y se sacan la foto inaugurando las últimas obras que han servido para mejorar el pueblo de turno.
Pues bien, tanto si nos tomamos al pie de la letra la teoría que citábamos antes como si nos atenemos a la realidad de las últimas jornadas, surge inevitablemente la pregunta: ¿con qué humor vamos a recibir aquí al consistorio grausino y a nuestros vecinos de municipio cuando tanto la Puebla del Mon (muy especialmente) como Pueyo parecen abandonados de la mano de Dios y, como decíamos antes, se encuentran en una coyuntura en la que lo que toca no es hablar de cómo mejorar y progresar en un futuro, sino de cómo evitar desaparecer ante lo que se nos viene encima de la mano de Red Eléctrica de España (con la connivencia del Gobierno de Aragón y la tibia postura «en contra» del Ayuntamiento de Graus, contra el que hoy mismo presentábamos, por este motivo, una queja ante el Justicia de Aragón).
En cuanto a la sensación de que los dos lugares organizadores de la próxima REDOLADA son de los más desatendidos del municipio, basta para comprobarlo, con visitarlos. Eso sí, en el caso de La Puebla, que no sea en invierno, porque, tal como tienen la carretera, resulta poco menos que imposible llegar si ha nevado. Pero no nos toca a nosotros enumerar sus necesidades, que seguro que son muchas y urgentes. Sin embargo, por lo que respecta a Pueyo, sí podemos hacerlo y con datos. En efecto, cuando se formó el último consistorio, los vecinos elaboramos una serie de peticiones (nada ambiciosas) de las cuales, en todo este tiempo, sólo se ha llevado a cabo una y media y malamente.
En concreto, se solicitó entonces la mejora en el alumbrado público (completándolo y mejorando su calidad —no es que queramos mucha más luz, pues es una ventaja la escasa contaminación lumínica del lugar, pero hay parte del pueblo sin iluminación y las farolas son de una calidad pésima—).
Se pidió también el asfaltado del camino del cementerio (algunos entierros habían resultado últimamente un espectáculo bochornoso por las dificultades para acceder en vehículo por un camino destrozado y embarrado) y también del que sirve de acceso a la plaza que ocupa el lugar que antaño ocupaba la Abadía (uno de los dos únicos accesos al pueblo y a aparcamiento) y de la parada del autobús. Pues bien, en este caso, de tres cosas se consiguió al menos la primera, aunque cabe decir que no se trató exactamente de un «asfaltado». Se arregló el camino con una capa de grava y un ligerísimo embreado; de hecho al poco creció la hierba y, ante las quejas de los vecinos, la empresa que acometió el «arreglo» solucionó el asunto con herbicida (el resultado es eso que en las dos siguientes fotos parece paja).
Otro tema fue el de las basuras, solicitándose la implantación de contenedores para reciclado, de los que, afortundamente, en breve, se logró el apropiado para vidrio. No obstante, aunque no se nombrase entonces, una pregunta ronda por el ambiente: ¿existe un «punto limpio» en el municipio para basuras del tipo de las del colchón que muestra la foto?
En la misma reunión se solicitó, por último, la mejora en el abastacimiento del agua, que actualmente tiene que ser traída desde la zona de «Las Huertas», cercana al río Sarrón, hasta el depósito de agua (en un montículo cercano a la localidad) con el enorme gasto energético que eso supone por la gran distancia y desnivel que hay que vencer (existiendo, no obstante, una toma de agua al nivel del pueblo en el cercano Torres del Obispo) y los problemas que implica de averías en la bomba necesaria para subir el agua hasta allí.
Si hacemos un primer balance, cabe de nuevo preguntarse: ¿con qué humor vamos a hablar con nuestros convecinos de Graus de nuestras posibilidades de desarrollo cuando nuestro ayuntamiento no nos considera como tales? Porque, si somos vecinos de Graus, deberíamos disfrutar del mismo nivel de desarrollo y servicios que cualquier habitante de una calle de la cabeza de nuestro municipio. ¿O no es así? Además, si de desarrollo y futuro hablamos, no puede ignorarse que el único futuro para localidades como Pueyo o La Puebla del Mon, con una población reducidísima y envejecida, pasa por el aporte de nueva población. Ésta, como está ya ocurriendo en otras localidades, suele venir de las ciudades y está compuesta por gentes que desean huir de la contaminación y la locura de la urbe, pero no al precio de convertirse en ciudadanos de segunda cuyos impuestos no revierten ni en los mínimos servicios.
Pero si entramos en este asunto (y ahí está el meollo de la cuestión) hay que ir a la amenaza número uno para nuestro futuro, la nefasta Autopista Eléctrica Monzón-Isona, que, de llevarse a cabo supondría el fin definitivo para nuestros pueblos pues destruiría sus únicos recursos económicos (el Medio Ambiente, el paisaje y las actividades agropecuarias) y cerraría la puerta definitivamente a esos posibles nuevos habitantes que, desde luego, no estarían dispuestos a venir a un lugar cercado de cables de 400.000 voltios (con una contaminación acústica y electromagnética que pondría en peligro su vida y la de sus hijos).
No nos extenderemos en repasar exhaustivamente un asunto del que ya hemos tratado con anterioridad y del que el lector puede informarse con detalle en el blog de la Plataforma Unitaria contra la Autopista Eléctrica (a la que nuestra Asociación de Vecinos está adherida). No obstante, de manera somera, enumeraremos los principales males de esta infraestructura ilustrados con los siguientes mapas y fotos:
PELIGROS DEL PROYECTO DE AUTOPISTA ELÉCTRICA MONZÓN-ISONA para La Puebla del Mon y Pueyo de Marguillén
- Afección al paisaje debido a las torres de más de 50 metros de altura (paradójicamente, esta afección la llevamos sufriendo durante más de una década pese a no existir la línea)
- Afección al Medio Ambiente: la línea exige un pasillo, según hemos leído, de unos 26 metros de ancho, libre de vegetación —cortado a matarrasa— que afectaría seriamente a bosques y cultivos; además supone un grave peligro para la fauna (electrocución de aves) y los bosques (incendios forestales) y produce, debido al llamado efecto «corona», contaminación acústica (zumbido de los cables) y del aire (la ionización de éste genera ozono troposférico)
- Afección a la salud y la vida de las personas: numerosos estudios (y sentencias judiciales que abogan por el principio de la precaución) demuestran que los campos electromagnéticos generados por estas infraestructuras son causa de cánceres y, especialmente, leucemias infantiles (los estudios sobre las afecciones a la ganadería apoyan estos resultados pues hablan, para el caso de los animales, de un aumento de la mortalidad del 2% normal al 20%); además el efecto «corona» que antes citábamos produce interferencias con aparatos electrónicos y, en particular, con marcapasos.
Para quienes deseen una información más precisa, podéis descargaros aquí el siguiente documento, elaborado para la MAT de Girona, proyecto de características semejantes al que amenaza a La Ribagorza
Dossier sobre la Muy Alta Tensión (MAT) en Catalunya
Contextos, Actores, Contradicciones y Alternativas. De la Muy Alta Tensión (MAT)
a la Generación Eléctrica Renovable y Distribuida (GERD)
¿Qué podemos añadir? Pues poco más que lo que decíamos en un principio. ¿Quieren REDOLADA en La Puebla del Mon y Pueyo?, esto es, ¿quieren sentarse a hablar con nosotros sobre nuestras posibilidades de desarrollo? Pues que nos defiendan con claridad y acaben con las viejas torres de la Aragón-Cazaril, cuya existencia justifica, sin duda, los nuevos planes de REDESA, que se salta a la torera sentencias judiciales y acuerdos parlamentarios con el único fin de ahorrarse en su bolsillo lo que nosotros tendremos que acabar pagando en médicos y abogados. Así sí. Así estaríamos encantados de reunirnos y celebrar la hermandad con nuestros vecinos.
Fragmento del mapa utilizado en el estudio presentado en la fase de consultas por Red Eléctrica de España para su proyecto de Autopista Eléctrica entre Monzón e Isona. ¿Dónde está La Puebla del Mon? ¿Ya la dan por muerta o es que les molestaba debajo de la línea (pasillo en amarillo)? ¿Y Castarlenas? ¿Está enterado su actual propietario del paso de una de las alternativas por sus terrenos?
Por cierto el pasillo en amarillo con la línea intermitente en rojo corresponde según REDESA con una «línea parcialmente construida» (según el Tribunal Supremo es una línea inexistente). El otro, corresponde a uno de las tres principales alternativas para la línea, que rodearía Pueyo dirigiéndose hacia Puente de Montaña por Torres, Aler, Benabarre y Tolva.
En el mapa, que hemos elaborado por nuestra parte pueden verse las mismas alternativas teniendo en cuenta la influencia de su campo electromagnético en la salud (que los estudios más rigurosos estiman, para una línea de 400 KV, como ésta, en 400 metros de distancia de seguridad a las torres). El pasillo de 800 metros de ancho de color naranja corresponde a la línea de torres ya instaladas (marcadas con calaveras) y el marcado en amarillo a una de las alternativas, que salvaría a La Puebla del Mon, pero rodearía completamente a Pueyo. Las zonas en verde son olivares o cultivos arboreos. Las zonas en rojo son los núcleos (habitados o no), viviendas y construcciones con fines agropecuarios.
A través de la torre más cercana a Pueyo se puede ver cómo progresan las antiguas torres de la Aragón-Cazaril hacia La Puebla del Mon.
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